miércoles, 31 de diciembre de 2008

Ventanas

Vemos todo por una ventana, siempre, sea cual sea nuestra circunstancia, sea cual sea nuestro estado anímico siempre tenemos una ventana por la que mirar. Siempre hay que pensar que se puede dar en un momento dado un salto que nos cambie la posición desde la que vemos todo. Siempre hay rejas que quitar y siempre hay quien te ayuda escondiéndo una lima en tu bocadillo. Últimamente estoy empezando a valorar un concepto que empiezo hacer mío de forma más clara, antes no lograba exteriorizarlo, ahora la llevo conmigo a todos lados. Y ya no veo rejas, ni veo ventanas que se nublen por la diferencia de temperatura. Creo en la magia.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Al-Andalus


Ellos sabían como jugar con la luz, y nosotros lo heredamos. Ahí queda. En todos sus dominios florecieron con la sabiduría de conjugar agua y sol. Incluso lejos de las vegas del Guadalquivir y de las nieves de la Alhambra, incluso en la costa levantina, en su capital, preciosa, moderna y mora, sí, mora de la morería, que dejaste a tus barrados conquistadores el cielo esculpido en cúpulas para que hasta no hace mucho los mercaderes sacaran partido de tu sabiduría. El cielo entre nubes de algodón.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Sombras


Cada uno, cada cosa incluso aún siendo inanimada, tiene su sombra, y ni el mismísimo Peter Pan se escapa de no saber donde se encuentra. Asegúrate que todo lo que te rodea la tiene. Cada uno con la suya. Desconfía de quien no reconoce la propia y de quienes minusvaloran la de los demás. Siento predilección por las sombras de la ropa tendida, con el bamboleo del aire, su energía, su empuje, trabajo y esfuerzo eólico las transforma en seres animados. Las sombras que me gustan huelen a limpio. Y ellas saben que las necesito ver para seguir escribiendo.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Cartas

Me pregunto quien tuvo la magnífica idea de convertir este buzón de Correos en una seta. Un buzón y una seta guardan muchas similitudes pero sobretodo una evidente, se esconden en ellas muchos de nuestros sueños. Me pregunto quien tuvo la magnífica idea de convertir este buzón de Correos en una seta. Y sobretodo porque no fui yo. Por qué no tuve esa genial idea. Cuando voy a echarle una carta, me apoyo en su sombrero colorao y le digo en voz baja donde quiero que la mande y noto que se hace el remolón. Me pregunto quien tuvo la magnífica idea de convertir este buzón de Correos en una seta.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Días

Eras el símbolo inequívoco de que se trataba de un día grande, un día en el que no se cocinaba, se cocían otras cosas, posiblemente día de salidas a algun lado, días de retorno, mañanas apresuradas de tardes de trajes y ceremonias, no lo se, no había tiempo, y el comer era un trámite que había que pasar. Y alguien decía 'Voy a por unos pollos y patatas fritas a La Florida.' Y ya estaba resuelto el tema. Cada uno tiene su misión en las grandes ocasiones. Ahora se ha abierto mucho el mercado, las pizzas que traen en una moto, el arroz tres delicias y los rollitos de primavera que no traen en bicicleta, y riquísima comida elaborada, incluso pollos rellenos. Es igual pero no es lo mismo.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Cortes

Supongo que el verano tiene esto, el ir de vacaciones, a la playa, darle un corte la líneas paralelas y rectas que nos marca el tiempo rutinario y mojar los suelos que estaban recién secados. A mi me gusta el verano porque se puede ir en chanclas, con los pies al aire, si no descalzo sintiendo la arena caliente hasta que corres a la toalla y buscas la más fría para contrarrestar sensibilidades, calor y frío, dulce y salado, en las tardes de playa cuando ya se va desprendiendo la arena del bochorno del día. Ellas, las chanclas, la arena, la toalla, las plantas de nuestros pies, también gustan de pasar de una línea a otra.


miércoles, 19 de noviembre de 2008

Paz


Fuiste quizás la sorpresa de aquel viaje.
Llegue a tu ciudad enamorado de sus viejos tranvías de madera, de su río, de sus edificios en decadencia, de aquel terremoto, en lo que fue la city de una parte del mundo, frontera de países, ciudades hermanas. Pero siguiendo el río, buscando una torre emblemática, siguiendo un tren moderno cargado de seguidores de tu equipo de fútbol, tanto alboroto hizo más grande tu presencia. Barrio de Belém, tu también escondes paz en tus viejos claustros.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Gusto





Donde comienza la ruta hacia el Cerro del Hierro, donde una asfaltada vía verde separa la montaña mágica preñada de grutas y rojas miradas de la zona de descanso, allí ¡oh milagro! no se nos prohibe nada, sino todo lo contrario, se nos abren las puertas a los sentidos. No a todos. Pero algo es algo.

Y sin embargo, lo que mejor me supo fue aquel bocadillo, aquellas naranjas y aquellas latas de cervezas que compartimos.

Gozad de los sentidos, no dejéis que nada ni nadie los limite, y ni siquiera permitáis que publiciten vuestra libertad. Esta y la intimidad son nuestro mayor tesoro.