Supongo que el verano tiene esto, el ir de vacaciones, a la playa, darle un corte la líneas paralelas y rectas que nos marca el tiempo rutinario y mojar los suelos que estaban recién secados. A mi me gusta el verano porque se puede ir en chanclas, con los pies al aire, si no descalzo sintiendo la arena caliente hasta que corres a la toalla y buscas la más fría para contrarrestar sensibilidades, calor y frío, dulce y salado, en las tardes de playa cuando ya se va desprendiendo la arena del bochorno del día. Ellas, las chanclas, la arena, la toalla, las plantas de nuestros pies, también gustan de pasar de una línea a otra.
La ronda de los presos
Hace 5 días